Talleres de iniciación musical
«Si en el encuentro con el mundo sonoro tomamos conciencia de que la música late y anida en nosotros, habilitamos sentimientos de apropiación que permiten producir, transmitir, apreciar, disfrutar, sentirnos “parte” y no “aparte” de un hacer musical. “La música nos dispone y nos anima a ocupar otros espacios. La música crea comunidad porque es un derecho básico de las personas y fundante de lo humano; porque es legado que se nos ofrece como parte de nuestra cultura y porque constituye un camino genuino de aprendizajes donde se fortalecen las relaciones afectivas, el desarrollo de la sensibilidad, la creatividad y el crecimiento personal.»